9 de septiembre de 2024
Tipos de bienes que califican para la destrucción fiscal en México
La destrucción fiscal en México es un procedimiento regulado por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) que permite a las empresas eliminar productos o bienes que han perdido su valor comercial de manera controlada.
Este proceso no solo ayuda a las empresas a optimizar su carga fiscal, sino que también evita problemas relacionados con inventarios obsoletos o dañados.
¿Qué bienes califican para la destrucción fiscal en México?
1. Productos caducos o con fecha de expiración vencida
Bienes perecederos, como alimentos o medicamentos, que han superado su fecha de caducidad son candidatos ideales para la destrucción fiscal. Antes de proceder, es recomendable ofrecer estos bienes en donación a instituciones autorizadas por el SAT. En caso de no poderse donar, se pueden destruir fiscalmente, permitiendo la deducción de su valor.
2. Inventarios obsoletos o fuera de circulación
Muchos productos pierden su valor debido a la obsolescencia tecnológica o a cambios en las tendencias del mercado. Estos incluyen desde electrónicos antiguos hasta ropa fuera de temporada. Al no tener mercado, estos productos pueden ser destruidos bajo supervisión para que su costo se deduzca del ejercicio fiscal
3. Bienes defectuosos o con fallos de fabricación
Si los bienes presentan defectos que impiden su comercialización o no cumplen con las normas de calidad, la destrucción fiscal es una opción. Esto es común en industrias como la automotriz, donde los defectos en las piezas o en productos terminados pueden hacer que sean eliminados.
4. Materia prima y productos semiterminados
Las empresas que manejan grandes volúmenes de materia prima o productos semiterminados también pueden solicitar la destrucción fiscal si estos materiales ya no son utilizables. Esto puede ocurrir debido a la caducidad de ciertos ingredientes o por cambios en la producción que hacen obsoletos los semiterminados.
¿Cuál es el proceso para realizar una destrucción fiscal?
Para que la destrucción fiscal sea válida ante el SAT, las empresas deben seguir un proceso claro:
Aviso al SAT: Se debe presentar un aviso con al menos 30 días de anticipación a la fecha de destrucción.
Donación: Si aplica, los bienes deben ser ofrecidos en donación antes de su destrucción.
Certificación: Tras la destrucción, se emite un certificado que avala el proceso y que es utilizado para justificar la deducción fiscal.
La destrucción fiscal es una herramienta poderosa para las empresas que buscan mantener su inventario eficiente y evitar pérdidas fiscales innecesarias.
Con el cumplimiento de los requisitos normativos, este proceso puede convertirse en un aliado estratégico para la optimización financiera.
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